* Argumento 3:”EL TORO ENTERO”. ‘’Es mentira que el toro salga a la plaza castigado. No se le dan palizas en los corrales; No se le lanzan encima sacos de arena mojada (para que no se note el golpe); no se le aplican productos químicos abrasivos en las patas; no se le cortan las pezuñas para que le duela incluso pisar la arena; no le clavan alfileres en los testículos; no le ponen vaselina en los ojos para que no vea. Tampoco le rebajan los cuernos hasta el nervio, hasta que el aire le duela. Los arpones de las banderillas no tienen picante para causar más dolor, y la espada no está preparada para inocular veneno. Todas estas mentiras de los antitaurinos dan risa. ’’
Contrario a este argumento cada vez son más las demostraciones, pruebas y estudios que demuestran las torturas que sufre el toro antes de salir a la plaza, para reducir sus capacidades naturales.
Existen testimonios de antiguos maltratadores (toreros), los cuales aprueban y afirmar las atrocidades a las cuales son sometidos los toros antes de salir al ruedo. Esto es una injusticia dada a estos animales ya que no se encuentran en las mismas igualdades que el torero, el cual entra esplendido al escenario.
* Argumento 4: ”LA BRAVURA”. ‘’El toro bravo no “se hace bravo” a fuerza de artificios. Nace con bravura. No es un producto artificial de un laboratorio: es bravo por naturaleza y enfrentarse a él es un acto de valor. El toro de lidia es de una raza distinta a la Holstein. Tiene genio, casta y bravura. Es verdad que se le pica, y se espera que esa vara le haga luchar, enfurecido por el castigo y, por tanto, con más peligro para los toreros.’’
La realidad es otra, tienen que provocar la bravura del toro, y lo torturan para conseguirlo. Reducen la capacidad del toro mediante terribles tormentos, lo castigan, le aplican descargas eléctricas, lo drogan, reduciendo así las capacidades de esfuerzo del toro, aumentando el riesgo del torero, porque el toro responde luchando, siendo esto así, a principal actuación en el escenario.
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